3 dev adam
Turquía
81 minutos
Toca recordar una de las peores épocas de mi vida, la semanita que dediqué a traducir el troncho turco que corre por el mundo bajo el nombre de “3 Dev Adam”. Como no tenía título en castellano yo la bauticé como “3 Cenutrios Anatolios”, así que técnicamente ese es su nombre en castellano (derecho de pernada conquista). Preparaos para un muy divertido descenso a los infiernos mierderiles.
Qué verde era mi Spiderman
Pasemos a presentar a los protagonistas de la historia:
Spiderman: Olvidaos de los saltos de edificio a edificio, poderes escalatorios, lanzamiento de tela de araña y demás, estamos ante un nuevo concepto de Spiderman. Este ha sufrido la picadura de unas cejas de shaolin mutantes, que le han convertido en el muy piloso y velludo jefe de la típica y tópica “Organización de malos que quiere conquistar el mundo”. Extremadamente sádico y repulsivo, usa con gran habilidad una navajita mariconera, es de una gran inventiva en cuanto a métodos de ejecución de sus rivales y enemigos, y su súper poder consiste en convencer a 107 acólitos para que se pongan su mismo disfraz y así despistar a sus enemigos.
Santo. La máscara no está del todo mal, se parece algo a la del mítico luchdor mexicano; cualquier parecido acaba aquí. Lo primero que se echa de menos son los michelines del original y que era bastante taponcete, y es que aquí nos presentan a un Santo muy esparragudo que además se pasea la mayor parte de la peli con el careto al aire.
Dar rijostios los da con cierta habilidad, pero como su vestimenta de guerra no lleva bolsillos, se guarda los documentos incautados a los malos en el paquete, algo que debería despistar bastante a la policía científica. Evidentemente para proteger estas posesiones, cuando se ducha lo hace con los calzoncillos puestos. Cuando viste traje civil, chaquetas con chorreras rojas, asusta más que disfrazado de luchador.
Capitán América. Tampoco tiene mala facha (hablamos de estándares turcos). Un larguirucho narigón que sin ser especialmente musculoso tampoco tiene pinta de beber treinta cervezas diarias tirado en el sofá. Su especialidad, además de los consabidos fostiones, es estrangular enemigos a través de una puerta cerrada, y colgarse boca abajo con alocados giros, dando coces mientras muestra las nalgas en pompa a la cámara. De civil es un dandi castigador.
Continuaremos con la historia en sí:
Nada más dar al botoncito de reproducir el vídeo vemos a Spiderman y sus compinches acosando a una dama en la playa mientras la urgen a confesar algo. Como ella dice no saber nada, la van empujando hasta un agujero que pasaba por allí y proceden a enterrarla en la arena hasta que sólo queda la cabecita de la niña asomada. Luego los malosos la depilan ejecutan con la hélice de una barquita.
¿O son felaciones a barquitas motoras?
Parece ser que el combatir a este malvado va a precisar que la policía turca recurra a Santo, al Capitán América y a su secretaria (que tiene toda la pinta de las azafatas del “Un, dos, tres”). Por supuesto estos acuden prestos a ayudar a las fuerzas de seguridad anatolias y bla, bla, bla. Es hora de volver a lo divertido. Más ejecuciones espidermanescas. Nos muestran a tres mafiosos bigotones de paseo por una obra y sin más:
Espidei el terrible sirlero de Carabanché.
Aparece súbitamente Spiderman de su nido maderero de camuflaje y rebana el gaznate de los gánsteres turcomanos en un plis plas.
La secre del Capitán América es enviada de espía, mientras Santo investiga en un gimnasio de karatecas. La niña es atrapada por los malosos de Spiderman y Santo es descubierto; tocan raciones de sopapos adobadas con:
Ducha de Santo, donde falta la mascarita y sobran los calzoncillos.
La niña atada a lo turco sadomaso y recibiendo yoyas.
El acólito sinsorgo estrangulado a través de una puerta.
Diversas coces culares.
Lucha en un cementerio con alguna metedura de pata.
El inevitable chiste del borrachín.
El Spideycar que además contamina del copón.
El patentado “Santobolsillo cataplinero”
Y se acaba el episodio fostiando a tres karatecas bigotones.
Spiderman está harto mosqueado con la victoria parcial de los buenos. Es hora de mandar al otro barrio a más gente para recuperar el buen humor. Primero acudimos a casa de una morenita que se ducha sentada en bragas y a la que se le cae el jabón. La ocasión la pintan calva, Spidey ha de elegir entre jugar al Teto, o como me siento mulo…
Ya la siguiente ejecución es más elaborada:
Primero ponemos un largo tubo en las napias del reo.
Se introducen un par de cobayas hambrientas por dicho tubito.
Y estas devoran las napias del infeliz hasta matarle.
Finalmente se va a por una pareja que esté realizando el acto de suyo apto para la procreación, se espera a que estén en postura bien alineada y de diestro bajonazo…
Queda listo un rico pincho moruno con receta del Marqués de Sade.
Tras esta prolija descripción de las maneras asesinatorias arácnidas, ya es hora de continuar la aventura. Nos vamos a investigar a un antro de striptease, donde podremos contemplar uno de los actos de lucimiento de jamones femeninos más aburridos de la historia. Y cuando digo aburrido digo que es un coñazo de cojones.
El pobre batería no sabe qué hacer para no quedarse sopa.
De mientras Spidey con su humor sádico satisfecho y de humor cantarín, siente que es hora de refocilarse a alguna de las acólitas hombrearañescas. El acto sesuarl se realiza con un primer plano de la calva de Spidey mientras se observa la cara de la niña relamiéndose de gusto y una sicodélica percusión da ritmo al empuje arácnido. Y de repente…
Dos marionetas echan risitas y dan su aprobación al folleteo.
Ya es hora de comenzar con la traca final de sopapos y gente que corre de aquí para allá. Santo y el Capitán llegan a casa de Spidey tras su folleteo y tras zurrar a 4 o 5 Spidermen de pega surtidos, ven cómo el auténtico se les escapa por el balcón. Tras varios pasajes deambulatorios, Santo y el Capi acaban en el antro de los malos, donde tienen que acabar con los esbirros del maloso y ejecutando a unos cuantos Spideys.
Planchado con martillo hidráulico.
Esfuruleado y embutido entre ciertos engranajes.
Y cuando ya estamos rezando al cielo para que tamaño rollazo acabe, aparece un tercer Spiderman, el de verdad, que inevitablemente fallece atrapado entre engranajes chorras:
Atropellado por lo que parece un palé de Porcelanosa.
No podría ser de otra manera, vencen los buenos y espichan los malos. Tras unos primeros planos de bigotes sonrientes y la enésima aparición de otro supuesto Spiderman, acaba la peli y es hora de que el espectador se de unos cuantos martillazos en el cabezo para salir del trance.
En resumen, “3 Dev Adam” (o “Tres cenutrios anatolios” o incluso “Tres gilipollas a los que merecidamente lapidaron tras protagonizar esta cosa con gran alivio para el género humano”) tiene todos los defectos y las cero virtudes que adornan las plagiarias películas de fantasía y aventuras rodadas en Turquía en los años 70 y 80. Sin llegar al delirio de la muy famosa ‘Star Wars Turca’, sí que se puede decir que tenemos:
– Personajes mundialmente famosos, copiados y ridiculizados con absoluto descaro otomano.
– Un auténtico recital de primeros planos, mayormente consistentes en caretos imposibles de señores con bigote.
– Montaje espasmódico y coreografía de peleítas y peleotas, asazmente efectista y perpetrado por la mona Chita (cuando estaba Gagá con 90 años).
– Nulo sentido del ridículo.
– Coches que la ITV había echado para atrás en 1930.
– Sangre, agonías y estiramientos de pata terroríficos.
– Música directamente plagiada y reproducida desde el fondo de un barril con un casete de cuatro duros, o en su caso instrumentales originales de la Esquizoiduk Anatolian Ragtime Band.
– Alaridos y gemidos de dolor espasmódicos en toda pelea, que muy a menudo suenan unos dos segundos antes de recibir el soplamocos.
– Chicas luciendo muslo desde ángulos inverosímiles.
– Escenas sicotrónicas que aparecen en pantalla sin ninguna razón.
– Y así hasta el infinito, que a falta de presupuesto y arte, se manda a la lógica a emigrar a Alemania y rociando zurullos con manguera se consigue completar la hora y pico de rodaje.
Conclusión y auto citándome: Es una peli mala, pero hasta para ser mala es mala. Es rechiflantemente mala. Es como un dolor de muelas en el culo. Es pobretona, con pobreza de leprosería medieval en Albania. Es absurda como ver elefantes lilas bailando el lago de los cisnes en la Gran Vía. Es un bodrio patatero de órdago a la grande con la jugada del perete (4, 5 6 y 7). Inenarrable.
Véase con suma precaución, con gafas de soldador, orejeras de dinamitero, traje forrado con planchas de plomo de 5 centímetros y un desfibrilador a no más de 10 metros. Y que haya suerte.