CRITICAS
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Time Pirates (2022)

por en 5 octubre 2022
 

Uno de los elementos más sórdidos en esto de la idiosincrasia del cine es cuando una persona que no es actor decide empezar a protagonizar películas. Desde Jon Mikl Thor con “Rock N’ Roll Nightmare” (1987), hasta Rihanna y sus 68 frases en “Battleship” (2012) -leer crítica aquí– pasando por los Backstreet Boys con “Dead 7” (2016), la versión zombi de “Los 7 Magníficos”; es evidente que el concepto de “cantante a actor” está bien asentado en la historia del cine cutre. Sin embargo, los tiempos cambian y ahora hay que adaptarse. Adiós al heavy-metal, al R&B e incluso al pop. Ahora la generación relevante es otra, y esa generación pide una cosa y no son drogas de diseño… Son los TikToks. Así que el paso lógico, es que los tiktokers protagonicen una película y la llamen… No sé… “Time Pirates”, por ejemplo.

¡TikTok! Esa red del diablo que esclaviza a nuestros niños porque China es muy mala (al contrario que el resto de redes sociales que esclavizan a nuestros niños pero da igual porque son de Estados Unidos). Actualmente TikTok funciona tan bien, que muchas discográficas están como pollo sin cabeza intentando que, canciones que de otra forma se comerían un cagarro, se hagan famosas. Es probable que, tal como está la música ahora mismo, tú mismo hayas llegado a escuchar una canción cuya fama se haya alcanzado gracias aquella red social de la que yo le hablo. Lo sé, porque tuve que esperar a tener una medio-novia enganchada a TikTok para que me dijera estas cosas. Por favor… Creedme cuando os digo que esa medio-novia era mayor de edad.

Aquí es donde entra SM6 Band.

Un mensaje de las gemelas de El Hormiguero americano producido por Will Smith.

Según su propia Wiki (sí, queridos lectores, tienen su propia Wiki), los seis componentes del grupo son hermanos. Lo cual, me da unas vibraciones de mormones estadounidenses bastante jodidas. Se hicieron virales gracias a una cosa que traducida sería como No te achantes Challenge, que es posiblemente la forma más estúpida por la que hacerte famoso desde que se inventó lo de grabarte comiendo hasta que te explote el corazón. Lo lógico sería pensar que una banda de rock-pop se hiciera célebre por su música… Pero es que su música es tan sosa que ni los ascensores la quieren.

¿Entonces? En un caso así, donde la capacidad artística de estos hermanos rivaliza con la de Ramoncín, es de suponer que, además  de habilidades natas para las redes sociales, tendrán carisma. PUES NO. Estos jóvenes son tan insípidos que he tenido que ponerles motes que voy a usar a lo largo y basto de esta crítica. Así que os pongo una infografía bastante autodescriptiva que he hecho con el Gimp y sigamos adelante.

Cuando lo hayas interiorizado, podremos continuar. Yo espero…

¡Time Pirates! La historia en la que unos tiktokers se ponen en plan “Klaatu Barada Nikto” en un centenario barco pirata (decorado de un “restaurante con espectáculo” en California) y acaban viajando a la mágica época de los piratas, donde el colonialismo era el no va más y las mujeres solo servían para tener hijos. Lo que los entendidos en la cultura oriental denominan “Isekai” o, como yo lo denomino, “una trama de mierda”.

Es como que está mal hecho, pero es a propósito ¿Sabes? Na, de putos locos.

Los tiktokers se encuentran en un barco pirata (cuatro tablones mal puestos para ocultar que están sobre una lancha motora) y, para colmo, van directos a estamparse contra un risco (esto se plantea como una situación mala). Nuestros héroes están en peligro.

¿Es este el fin de los tiktokers? ¿Cómo podrían salir de tal situación? ¡Pues cantando! Porque “Time Pirates”… ¡Es una comedia musical! Osea, el peor tipo de comedia, justo por debajo de lo que sea que esté haciendo Dani de la Orden ahora mismo. Una película ideal para cuando no tengas ganas de vivir.

Oye, Break. Soy yo, Mike. Tu primo, Mike Dance. ¿Recuerdas esos movimientos que estabas buscando? Pues mira esto.

El paso lógico e inteligente a seguir (para empezar es no hacer nada, pero a Cinecutre.com venimos a soñar) es interpretar música que rememore los cantos piratas y marinos de la historia. Ya sabéis, como hacía aquella obra cumbre del cine titulada “Los Teleñecos en la Isla del Tesoro” (1996). Pero no es lo que han hecho aquí. Más que nada porque aquello requería esfuerzo y escribir canciones nuevas y han preferido estampar su rock-pop, aunque la letra no case con lo que está ocurriendo en pantalla. Vamos, lo que yo pido siempre que voy a ver una película de piratas. ¡Aprende, Bruckheimer!

¿Cómo se salvan del risco? Cantando una canción sobre una persona que tiene miedo de enamorarse. ¿Cómo consiguen una pista sobre el pirata que puede ayudarles a volver a casa? Cantando una canción sobre una ruptura dolorosa. ¿Una bruja malvada les retiene? Una canción sobre lo difícil que es aparentar en el instituto ¿Sirenas? Una contra la homofobia (de hecho, esta viene con Mechazul hablando directamente a la cámara para decir que busques ayuda si lo pasas mal)

Fotografía del momento exacto en el que los niños le pidieron a su padre protagonizar una película.

La historia ocurre en el mar por razones que no creo necesario comentar. Sin embargo, en cuanto a continuidad se refiere, no destaca sobremanera. En planos generales (generados por ordenador) están en mar abierto, pero en el resto de planos la costa siempre está visible, hasta tal punto de que me hace dudar de si están rodando en el mar y no en un lago. A veces están parados y luego resulta que van a toda pastilla.

El caso es que los chavales acaban llegando a Port Royal, la Sodoma del mundo moderno, donde lo peor que pasa es que atracan a un pavo. Vamos, lo que viene siendo un martes tranquilo en Madrid. Una vez a salvo, buscando la pista que les llevará a la siguiente escena hasta que completen la hora y media de duración, Gorrolana decide mirar a cámara y decir el nombre de la película acompañado de un sonido de biblioteca gratuita. Chiste más sobado que una almohada en una convención de otakus. Tanto, que es la única gracia que tienen y la reutilizan cinco (5) veces en el mismo guion.

Lo evidente y lo fácil es el axioma que los creativos llevan tatuado en la frente. Es tal la falta de vergüenza de estos, que han intentado coger cada uno de los fallos comunes de una producción de mierda y convertirlo en un chiste. La palabra clave de este último enunciado es “intentado”. Al fin y al cabo, han traído la maquinaría pesada para rodar esta pantomima, pues el director es Anthony C. Ferrante, el mejor peor director en hacer comedia no pretendida pretendidamente, tal y como lo ha demostrado en la soporífera saga de “Sharknado”.

El ejemplo claro de esto es cuando, siguiendo la yincana tiktokera, se encuentran rescatando a un pirata que está acompañado de una influencer “famosa” (la primera vez que la veo). La cosa es que, de la misma forma que Randall Emmett y Cia. van moviendo el cuerpo demente de Bruce Willis de peli en peli, no se encuentran en la misma habitación, porque lo han grabado en diferentes días sin ni siquiera saber quién iba a interpretar el papel de “tiktokera famosa”.

Ese es el chiste.

Mira cómo sangra ese croma. Míralo, editor y busca un tutorial para arreglarlo.

Doblando la apuesta, justo después en esa misma secuencia, Gorrolana decide pegarse con un montón de piratas a pesar de representar el papel de payaso (todos lo son, sobre todo cuando el único trabajo de Pandereta es ese, tocar la pandereta). Solo que en realidad, es el doble de acción de Gorrolana el que se pega con los demás en mitad de un jardín, uno incluso bastante malo para los estándares de los dobles de acción.

Ese es el chiste.

Lo que no es el chiste, es decir, lo que me hace avergonzarme de estar viendo esto, es cuando se presenta al tercero en discordia en la trama. Tenemos ya la búsqueda del tesoro pirata mágico y, a su vez, el elemento de contrarreloj para “regresar al futuro” (algo que Blanquito intenta decir pero el resto de sus hermanos le tienen que callar, porque la primera norma del cine es no mencionar una película mejor que la que estás haciendo). A esto se le suma el tropo del villano que también quiere el tesoro y hará todo lo posible para conseguirlo antes que los protagonistas.

Es por eso que han tenido que traer a alguien de renombre como Richard Grieco para hacer de Barbanegra. Un Barbanegra que parece haber estudiado en la misma escuela de payasos que Homer Simpson, y antes de que preguntéis nada, no, no hay truco del girociclo. Por eso “Time Pirates” no vale niente.

Insertar chiste aquí sobre cierto pirata famoso y su parecido nombre a cierta planta perteneciente a la familia Asparagaceae

Grieco, a pesar de haber entrado hace años en el panteón del cine de mierda, es la persona más relevante que aparece en la película, lo que significa que es la persona con más caché, lo que significa que solo le han tenido uno o dos días de rodaje. Así que, como no han podido cuadrar el calendario para que todos los actores puedan estar en el mismo plano (eso o no dejan a Grieco acercarse a menores de edad), han tenido que recurrir a todos los trucos anteriores, solo que ahí no hacen ningún chiste. Eso sería redundante, algo totalmente imperdonable.

El peor croma que te puedes haber imaginado y el doble de acción de antes para que haga las escenas de acción que Richard no puede/quiere hacer son suficientes para arreglar el momento climático final. Si total, los tiktokers van a acabar salvándolo del malvado bicho generado por ordenador y se va a convertir en el pirata más amable que ha visto la historia ¡El poder de la amistad! Solución de cualquier problema generado por la mala escritura.

Terele Pávez y Lory Money también hacen cameos en esta película. ¡Representando!

Con eso, y con el loot de calidad legendaria que les ha dado Terele Pávez, pueden volver al presente y arruinarnos con su música genérica para mentes impresionables. Con este final mediocre, cabe hacerse la siguiente pregunta:

¿Está hecha con desgana? Ahí es donde se equivoca usted, querido lector. Si parece que está rodada mal a propósito es porque… ¡Así es más gracioso!

Solo que no.

Aquí es cuando, después de estar moviendo la bolita cual trilero en la feria del pueblo, descubro los cubiletes y resulta que esta cinta de mierda es una producción de Asylum. Esa productora que lleva viviendo de las rentas de aquella horrorosa producción con tiburones y fenómenos atmosféricos y que, en sus ratos libres, se dedica a aliarse con las teles de todo el mundo para engañar al público y hacerles creer que están poniendo un taquillazo, cuando en realidad se trata de una versión más barata (que no necesariamente peor).

Hemos descubierto a las personas que han pagado por cuarta vez para ver “Avatar” en el cine.

Ahora tengo que ponerme académico… Esto enfadará a mucha gente y lo considerará una mala idea. Entendedme, es mi primera crítica en esta santa casa y tengo que explicarlo, aunque sea una vez para los primerizos. ¡Nada de Gatekeepers aquí, todos bienvenidos!

El tipo de películas malas que veo y analizo en Cinecutre.com, son un intento honesto de realizar una buena gran obra pero que fallan estrepitosamente. Lo cual eso me hace bastante gracia. Por lo tanto, cuando se intenta recrear ese concepto de una forma forzada, se genera una sensación de valle inquietante donde la situación se pervierte y lo pretendido no hace gracia, creando así una película genuinamente mala y, sobre todo, aburrida.

Gracias Aparatos por sacarte el mando de Funny Games y hacernos un favor silenciando tremenda castaña.

Al final, “Time Pirates” no es más que una sucesión de imágenes en movimiento cuyo único propósito es el de servir a unos pocos. Los técnicos son pagados en dinero y experiencia, Asylum puede seguir existiendo haciendo funcionar su factoría de churros, Tubi tiene otra exclusividad en su plataforma de streaming gratuita y los tiktokers pueden elevar su fama y su caché añadiendo “actuación” a su lista de habilidades.

¿Sueno cínico? Puede ser. Puede que alguna joven impresionable que ve TikTok en su tiempo libre haya conseguido sacar algo de valor y entretenimiento a este filme, pero no deja de ser un producto para todo el que no sea espectador de este. Gente buscando la fama desesperadamente ha existido desde la invención del cine, solo que ahora lo encontramos en producciones aburridas de Asylum protagonizadas por gente que viene de TikTok. Lo cual, tiene su valor si lo piensas. Aunque sea uno mínimo.

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