“The Amazing Spiderman” y “Spider-Man Strikes Back”
Estados Unidos
90 minutos cada una
¿Cuántas veces han rebuteado Spider-Man? ¿Cuántas veces hemos visto cómo le pica la puta arañita? ¿Y la muerte del Tío Ben? ¿Y cómo se pone el puto traje? Pero como nunca tengo suficiente, esta semana me he decidido a ver 2 películas setenteras de Spider-Man. Para tragarme 2 veces en una misma semana los orígenes de Spidey. UHEUIEEHUEHIEHUE
Nicholas Hammond interpreta a Peter Parker. Hammond fue uno de los niños pedorros de Sonrisas y Lágrimas. No lo hace mal, pero este personaje es así: Cuando es Spider-Man lo interpreta un doble y cuando es Peter Parker necesita un buen guionista que le meta en situaciones comprometidas y divertidas que te hagan conectar con él. Y eso aquí no sucede baojajoaojjoajoaoja.
Quizás no se den cuenta de que soy Spider-Man si llevo esta camisa…
The Amazing Spider-Man
No os dejéis engañar. Esta película -que en realidad no es una película, sino un episodio piloto de una pobre serie de televisión, que nos colaron en el cine- no va sobre Spider-Man. Va sobre personas hablando. Sólo hablan de cosas. De vez en cuando… sí, bueno, sale Spidey, caminando por una azotea, mirando a los lados buscando cosas que nunca encuentra y, muy de vez en cuando, dispara alguna telaraña. Bueno, cuando dispara su red, siempre ponen la misma secuencia:
Repiten dos veces esta escena, y vuelve a aparecer en la secuela, Spider-Man Strikes Back. Me imagino que sólo les salió bien esa toma y reciclaron.
La película va sobre un científico malo y loco que hipnotiza a importantes personajes de Nueva York y les hace atracar bancos y estrellar coches contra palés… Peter Parker es mordido por la arañita radiactiva de marras y se pone a escalar por su casa. Y para recrearlo usan un croma más falso que Esperanza Aguirre con un pin de UGT.
Si fusionamos las palabras Cutre y Croma, nos sale “Troma”.
Spidey tarda cerca de media hora en aparecer y la primera (y prácticamente última) pelea sucede a 25 minutos de terminar la película… Es un auténtico duermeculos que debió provocar inmensos dolores de cabeza a miles de padres de los 70. Primero, porque los putos críos pedían incesantemente ver la peliculita del trepamuros de los cojones y luego, porque los pobrecillos querían irse a casa y huir de los putos cines al encontrarse semejante petardo.
Cada vez que Spider-Man sube por una fachada, plantan enculado a cuatro patas al pobre Nicholas Hammond, que contonea su ano enmallado encima de un croma que canta La Traviata. Y cuando no usan cromas para que Spider-Man escale cutremente, directamente cuelgan al tipejo en pijama de una fachada, donde mueve los pies sin tocar la pared mientras asciende. No sé si al que cuelgan del cable es al propio Hammond o a un doble. Pero me la suda, ya he escrito demasiado sobre este pufo. Y me queda la secuela.
¡¡El Spider-Desafío!! ¿Cuántos túneles ves en la imagen?
Spider-Man Strikes Back
PFRPFRPFRPRFPRFPRFPRFZRZ… Es algo mejor que la primera, pasan más cosas y hay una pelea más (lo que forma un total de DOS peleas; waw.) Pero sigue teniendo los mismos defectos: Poco Spider-Man y mucho señor mayor hablando mongoleces aburre-niños. Y aunque es un producto televisivo, esta también la estrenaron en cines en España.
En esta peli, el Sentido Arácnido convierte a Peter Parker en árbol de Navidad.
Un profesor de universidad desafía a unos compañeros de clase de Peter Parker a que construyan una bomba atómica (?¿¿¿??¿¿?¿¿). Los jóvenes roban el material de la propia universidad, construyen el artefacto y una de ellos cae gravemente enferma por la radiación (pero eso le pasa por ser mujer, no por ir desprotegida ni por ser la encargada de manipular siempre el plutonio).
Atraído por la noticia del robo del material atómico, un señor muchimillonario de Alemania o Suecia, nomacuerdo, se desplaza a Nueva York con sus matones para robar la bomba y usarla para destruir la ciudad de Los Angeles… ¡¡¡¡EN PLENA REUNIÓN DE LÍDERES MUNDIALES!!! ¡¡¡ORGHS!!! ¿Por qué se empeña el cine en hacernos creer que la muerte de jefes de estado es algo que deba preocuparnos…?
¡¡Chúpamela, Nueva York!!
Hubo un momento en que fui a mear (sin parar la peli, ya veis lo mucho que me importaba) y cuando volví del cuarto de baño me encontré con que estaban todos los hijos de puta pegándose en un pueblo del Salvaje Oeste, con música de western y todo. Tuve la sensación de haber meado un agujero de gusano o un Star Gate, que nos envolvió a todos y nos mandó a una absurda dimensión de Spider-Mans Cowboys.
Aquí Spider-Man escala menos que antes (gracias a Dios, esas escenas aburrían y perturbaban a partes iguales, con tanto Spider-Culo contoneándose) y lo hace para ofrecernos a cambio una mongo-escena en la que pide a un piloto de helicópteros que le acerque a una azotea donde los malos han colocado el petardo nuclear. Pero a mitad de camino, el Hombre Araña salta del aparato y vuela (croma mediante) hasta el helicóptero donde están los malos joajoaojaojjoa.
SUPERSONIC SPIDER-MAAAAAAAAAAN, I WANNA BE!!
Parker salva al mundo una vez más y, como siempre, nadie se lo agradece como es debido. Que se joda, por ser tan aburrida.
Conclusiones
Zurullescas adaptaciones. Con poco presupuesto y poca ambición detrás, serían capaces de aburrir a un ciego que ve por primera vez en su vida. El pobre se acuchillaría los ojos con un tenedor, gritando “¿!¿!¿!¿!PARA ESTO ME HE OPERADO TANTAS VECES?!?!?!?”
Y no son para niños. Las hicieron teniendo en mente cobrar a fin de mes, pero no a los niños. Apenas vemos a Spider-Man y, cada vez que sale, sólo hace cosas aburridas. A eso hay que añadir que los malos son personas mayores. Tediosos y con el pelo cano, con planes coñazomierdosos ideados por un chimpancé envuelto en llamas.
Spider-Man odia a los críos. Ahora largo de aquí.
Supongo que los críos querrían ver a Spider-Man pegándose con algún malo importante del cómic. Algo vistoso y espectacular, no a un tipejo con un pijama del Barça arruinándole la jubilación a viejos maníacos que en diez años estarán criando malvas.
No deben jugar así con las ilusiones infantiles. Seguro que cientos de muchachos, tras ver estas películas, se ahorcaron en sus cuartos con una soga de papel maché fabricada con tebeos de Marvel.
Ni siquiera tienen valor nostálgico. Sólo te recuerdan a un pasado aburrido donde no había Internet y la gente se divertía yendo a la iglesia o haciendo barbacoas.
CacaMan&Bushwacker